“Los Chicos arrasan el pacense” podría haber sido el título, pero nos resulta mucho más contundente el elegido porque avisados estabais y así lo afirmaban las primeras líneas de la nota prensa lanzada por el Club con suficiente antelación:
“Los Chicos, por méritos propios, se han convertido en una de esas pocas bandas que consiguen ponernos a todos de acuerdo, tal cual como lo contamos, no conocemos un músico, técnico de sonido, crítico o espectador que no flipe cuando tienen la fortuna de disfrutarlos en directo.
Llevan subiéndose a los escenarios más de dos décadas, en las que han construido una maquinaria de country-punk-rock-soul-garage-gospel repleta de locura y diversión que ha arrasado en lugares de todo el mundo (…)”
Su paso por Badajoz, que ya tocaba tras más de veintidós años de existencia, no defraudó. Superó con creces las expectativas y eso, partiendo de que es muy difícil explicar con palabras lo que consiguen transmitir desde el primer hasta el último minuto.
Cuando suben al escenario todo sucede y, si te lo perdiste, difícil lo tenemos, porque ni de lejos estas líneas te van a transmitir nada que se asemeje a lo que sucedió el sábado 19 de octubre de 2024 en el Círculo Pacense. Más o menos a la hora del té.
Último aviso si te loas perdido y quieres seguir leyendo: advertido estás, lo más probable es que después de esta lectura planeen sobre tu mente pensamientos tipo “realmente tan importante era eso que estaba haciendo la tarde noche del pasado sábado para no estar allí” o incluso alguno de más amplio espectro como “¿que estoy haciendo con mi vida?”.
Nosotros lo sabíamos y además lo compartimos. No dijimos “esto solo para nosotros”, que va, advertimos en esa misma nota de prensa:
Por si esto fuera poco vienen acompañados de “El Gobierno” banda vallecana rollo enérgico, furioso, vitaminado, cargado de riffs poderosos y firmes melodías vocales.
¡Prepárate para vibrar, sudar y gastar la suela de tus zapatos!
¡Los Chicos & El Gobierno han llegado a la ciudad!
Y de boca en boca, sí, en este puto universo de la suprainformación a nosotras nos sigue pareciendo lo más romántico del mundo. El boca a boca y eso de hablar en persona, mirarnos a la cara y decirnos: “Haznos caso y no te lo pierdas”
Incluso así, los que sí estábamos allí éramos más o menos los de siempre, se notaba que había peregrinos del Suberock, del cacereño Club de los Sonidos sumergidos y una amplia representación de integrantes de bandas extremeñas en activo: Subterráneos, Heiser, La Mendinga, Rack roll & the Remayteds, Porkullers, Redtubers, Black Suites Ladies… y de otras extintas que forman parte del imaginario colectivo extremeño como Masada, Eutanasia o Maggot Brain.
Fue el cantante de esta última, invitado a presentar a Los Chicos, quien escenificó el inicio de eso que de alguna manera fue y será un regalo del Club.
Y así fue.
Absolutamente todo el público y, en especial, los militantes de esta religión rocanrolera, salieron haciendo reverencias y dando gracias a que aun resistan iniciativas como la del Club y bandas como Los Chicos.
Llegado hasta aquí habrás comprobado que no te hemos contado apenas nada del concierto en sí, no te hemos dicho que se metieron al público en el bolsillo desde el primer tema, que las guitarras cortaban como bayonetas, que la batería resiste manteniendo la contundencia mientras el resto de la banda hace turismo a metros del escenario entre la parroquia… y que el bajista se come dos bolos seguidos.
Después de dar un divertido y versátil conciertazo con El Gobierno se pone el traje de currar con Los Chicos.

Para acabar comprobando que su cantante posiblemente sea el frotman más en forma del panorama estatal. También se corroboró que suenan tan limpios como contundentes, por raro que parezca agrupar ambos términos.
El resumen corto es que son magia pura, que cuentan con ese don que solo poseen unas pocas bandas: Los Chicos tienen alma, los estás viendo y te invade una sensación que solo experimentas en ocasiones muy muy concretas, tan únicas como especiales, la sientes, pero después no sabes explicar en qué consiste.
La descarga de un rayo no será muy diferente.
Los Chicos son dioses, cuerpo y alma.
Y yo sí estuve allí, no me los he perdío.
Yo he visto dioses y el Club Conciertos Badajoz debería modificar su cronología, comenzar una nueva era, la DC: Después de los Chicos.