Las lluvias de los días previos amainaron, salió un sábado 23 de noviembre despejadito y soleado que acompañaba al resto de elementos que preveían una gran tarde noche, ya que el Club Conciertos Badajoz cada vez va cogiendo más adeptos, el nuevo espacio ha dado dos bolazos y cada vez se genera más ruido y movimiento cuando toca evento. En esta ocasión se trataba de un concierto de calendario, es decir banda propuesta por un socio y elegida por mayoría de las personas asociadas, por muy amplia mayoría en esta ocasión. Al evento se le unieron una sesión “Only Rock Woman” a manos de la dj pacense Lady J para completar de convertirlo en el evento especial de “Lucha contra la violencia de género” del que se hicieron eco medios nacionales, radios locales y prensa especializada. Sorprendentemente los dos periódicos regionales de mayor tirada, ni lo mencionaron.
Sobre las 18:30 h, con algo de retraso, circunstancia poco habitual en los eventos del Club Conciertos Badajoz, se subía a la cabina Lady J para comenzar su singular sesión rockera, aliñada de bases funk para darle una seña de identidad propia a la misma. Poco a poco se llenó la sala, los allí presentes pudieron disfrutar de temas clásicos como las gallegas Killer Barbies hasta unos más exóticos con las niponas 5.6.7.8… también sonó una banda a la que las Anarchicks habían teloneado. ¿Quiénes? Tiren de hemeroteca.
Así a las 19:45 h, ante 190 personas (a diez del sold out) que agotaron en cero coma las chapas conmemorativas sacadas para la ocasión, salía el presidente Morales, aludiendo a la educación como arma contra la violencia de género, afirmando que “una buena herramienta educativa es la cultura” y presentaba a Anarchicks como “cuatro truenos lisboetas que han venido para gritarlo bien fuerte”.
Comenzaron con Boomerang, presagio de que al final ni ellas mismas se querrían marchar. Continuaron alternando temas de su tercer disco “Loose Ends”, trabajo que da nombre a la gira 2019, con temas de sus dos álbumes anteriores.
Tema a tema congeniaron con todo el público. Yo iría más allá y afirmaría que, en plan “Witch One”, hechizaron a todas las personas presentes.
Es difícil de explicar pero hay cosas que no se compran ni se ensayan, que se tienen o no se tienen.
Me refiero a que una banda puede ir petada con los mejores instrumentos y equipo, pueden solo ensayar, ensayar y volver a ensayar… Eso seguro que se nota, no hay duda. Pero lo que trato de explicar es que existen una serie de aspectos intangibles pero vitales, que solo en ocasiones especiales fluyen, esos que en el basket no aparecen en las estadísticas pero marcan esa fina frontera entre estuvieron muy bien y estuvieron E.S.P.E.C.T.A.C.U.L.A.R.E.S. Yo lo defino con un “se tiene” y este cuarteto lisboeta lo tiene.
Si a esta casi innata virtud le añadimos una curradísima imagen y le sumamos unos detallitos como que la batería, Katarí, es una auténtica bestia, su contundencia marca el camino al rock descaradamente y su presencia y sonido son un “Thunderstorms For New Lovers”.
La bajista Helena “Synthetique” en lugar de tocar parece que está en una sesión de boxeo: brazos, piernas, cuello, espalda, dedos… Todo coordinado añadiendo más presencia si cabe a la sección rítmica. Con ese buen rollo nadie se cree lo de “No Friend”.
Adam d’Armada a la guitarra nos ofrece un safari entre toda la fauna estilística rockera, “Now And Then” a ritmo del punk rock espídico, de vez en cuando nos salpicamos en pantanos garajeros incluso asomándose a praderas de sonido british.
Los coros van tan medidos que se suelen convertir pegadizas dobles voces. La vocalista Rita Sedas, “We Claim the Right”, aportando una voz fina y alegre que consigue equilibrar tanta contundencia, para obtener unas melodías cañeras que sin necesidad de dos escuchas pillas y disfrutas.
Sin duda, una banda versátil que se deja el pellejo en el escenario desde el minuto cero.
Pero no se vayan todavía, aún hay más: transmitían una energía tremenda, interactúan entre sí y con el público a la vez que su carácter combativo alimentaba de vitalidad a las cerca de doscientas personas que abarrotaron la Sala Teatro Atenea.
A este ritmo, cada tres temas pequeña pausa, bebían, primero agua después cerveza. Preguntaban si las conocíamos antes; aludían a la causa: “Contra la Violencia de género”: “Gender Free”; nombraban al club aplaudiendo su existencia, incluso cumplimentaron a la Lady J, “Anabel muito grande la sesión” salvando el lapsus del presi que se la saltó en las presentaciones; al que también nombraron, para en lugar de pedir su dimisión, dedicarle “Black Box”.
Y así nos fuimos hasta la hora y media de concierto en lugar de pirarse escaleras arriba y volver a bajar, preguntaron ¿mais? ¿Cuántas? ¿1, 2 ó 3? ¡Tres!, gritó el público al unísono. Las tocaron acabando por los suelos, en posiciones que ni el Circo del Sol, encima de la batería, entre el público…
Una traca final en forma de “Psychloop” total transitoria (esperamos), dejando al público “Dead AM”, tan convencido, que nadie tuvo la osadía (ni fuerza) de entonar mais uma.
Tras esto reconozco que “Lately I’ve Been Thinking Too Much Again”, para concluir que solo nos queda rendirnos ante Anarchiks, que disfrutamos de una banda exponente del mejor high energy actual.
Tienen todos los ingredientes para volar alto y aterrizar, como mínimo con letra mediana, en los carteles de los grandes festivales ibéricos.
Lleguen donde lleguen, las almas melómanas del Club Conciertos Badajoz, gritaremos NO a la Violencia de Género con el “Near Hear” de Anarchicks.
Para terminar, te dejamos una entrevista que esperamos que te guste tanto como a nosotros tenerlas tan cerca.